¿Quieres fotos tuyas, de tu pareja, mascotas o niños llenas de espíritu navideño? Echa un vistazo a nuestros seis consejos e inspírate.
Lo entendemos, estás nervioso. A muchas personas no les gusta que les hagan fotos o no les gusta cómo salen en las fotos... No hay que desesperarse, la fotografía consiste más bien en captar el ambiente adecuado. No tienes que mirar directamente al objetivo. Al contrario, intenta olvidarte de la cámara y realizar diversas actividades navideñas: decorar el árbol, hornear galletas o envolver regalos. Si lo tuyo es capturar momentos divertidos juntos, juega con los perros o los niños. Las expresiones naturales de amor y alegría salen muy bien en las fotos. Las fotos al aire libre en la nieve también son una gran idea.
No hace falta tener ropa con estampados navideños ni comprar pijamas a juego, pero intenta coordinar los colores que llevan todos. El rojo, el blanco y el dorado evocan un aspecto navideño, al igual que el verde, el plateado y el beige. Escoge colores a juego para cada miembro de la familia e intenta combinarlos con el entorno.
Con las fotos de Navidad, intentamos captar sentimientos de felicidad, comodidad y calidez. En resumen, unas vacaciones de invierno con regalos. Lugares como la cama, un sillón favorito o el sofá, un lugar junto al árbol de Navidad o una cocina llena de olores a canela y galletas navideñas destilan espíritu navideño. Otros lugares para hacer fotos pueden ser al aire libre: paseando por el bosque, por la nieve o por un sendero favorito, con una taza de vino caliente o chocolate caliente en las manos. La bebida fría y caliente aportará un brillo saludable a tus mejillas.
Si quieres añadir un toque extra, los adornos son una apuesta segura:
Captar la imagen adecuada requiere paciencia y creatividad. Prueba diferentes poses, ángulos de cámara y alturas. Pero, sobre todo, espera pacientemente a que llegue el mejor momento.
Si decides hacer tus propias fotos, los siguientes artilugios te serán sin duda muy útiles:
Cuando te hace una foto otra persona, puedes relajarte sin pensar en dónde debes poner el trípode. Además, el fotógrafo te dirá si la foto no ha quedado bien, o si te sobresale el pelo o se te ha corrido el maquillaje. No hace falta que sea un profesional. Pídeselo a un amigo, a un hermano o a tus hijos y sacad unas fotos divertidas.